La economía de la eurozona se contrajo en el tercer trimestre, pese al modesto crecimiento de Alemania y Francia, debido a que el incremento del desempleo y las medidas de austeridad fiscal en buena parte de Europa intensificaron el malestar económico en el Viejo Continente.
Se trata del segundo descenso consecutivo del Producto Interior Bruto, y la eurozona no ha crecido en cuatro trimestres consecutivos. Los economistas en Europa suelen definir la recesión como dos trimestres consecutivos de contracción del PIB.
El PIB en la eurozona descendió un 0,1% respecto al trimestre anterior, según la agencia de estadísticas de la Unión Europea, que se traduce en un descenso anual del 0,4%. En el segundo trimestre, el PIB cayó un 0,7%, en términos interanuales. La producción económica descendió un 0,6% con respecto al año anterior.
El descenso en el tercer trimestre no fue mayor gracias a Alemania y Francia, las dos mayores economías de la región que entre las dos suponen la mitad del PIB de la eurozona. Ambas crecieron un 0,9% con respecto al trimestre anterior, en términos interanuales.
Pero las economías de Italia, España y Holanda se contrajeron, y el PIB de Holanda descendió un 4,5%.
La eurozona no ha registrado crecimiento desde el tercer trimestre del año pasado. La fuerte caída de la producción industrial en septiembre en Europa, junto a las flojas encuestas empresariales en octubre, sugieren que la economía podría contraerse en el cuarto trimestre, dijeron los economistas, incluidas las de Francia y Alemania.
Que la situación de la eurozona cumpla o no los requisitos técnicos de una recesión es irrelevante, especialmente en el sur de Europa. El estancamiento y la contracción en partes de la eurozona han elevado el desempleo de la región hasta el 11,6%, un nivel máximo. El desempleo en España y Grecia supera el 25% y se espera que siga aumentando durante los próximos meses
